Departamento Coreográfico

Creemos que un punto de partida debe ser la reflexión sobre cuál es el posicionamiento afectivo del ejecutante ante el hecho de ejecutar, de hacer, de “performear”, de interpretar, de aparentar, de parecer, de ser propuestas escénicas propias o de otros creadores.

Esto nos lleva a la necesidad de que el ejecutante se haga la siguiente pregunta: ¿Cuál es mi posicionamiento afectivo ante lo que hago?.

Creemos que del posicionamiento afectivo ante el hecho (el acto performativo) surge un posicionamiento corporal. ¿Hasta que punto soy consciente de mi posicionamiento corporal?.

Surge entonces un cuestionamiento sobre la percepción propia de los movimientos imperceptibles.

La percepción de los posicionamientos corporales imperceptibles (visualmente) que corresponden a posicionamientos afectivos conscientes e inconscientes.

Percepción cinestésica de lo imperceptible visualmente “El ejecutante siente lo que el espectador no ve”.

La tranquilidad, la preocupación, la inseguridad, la vanidad, los complejos, el respeto, la confianza, el servilismo, la honestidad….son posicionamientos afectivos que se traducen en posicionamientos corporales.

El ejecutante debe tener acceso a controlar estos aspectos para poder evaluar su propuesta artística, evaluar su producto.

Puede haber un mal entendido entre el artista y él mismo, un mal entendido entre el sujeto y el objeto en el que se convierte éste durante el acto performativo.

Estos posibles malos entendidos pueden fomentar un desequilibrio entre la práctica y el discurso del sujeto.

Teniendo en cuenta la gran responsabilidad del artista y el poder comunicativo de su acto, estaremos todos de acuerdo en la necesidad de compromiso deontológico de éste.

El acto performativo vinculado a las artes del movimiento se apoya en el cuerpo humano como herramienta.

El Departamento Coreográfico del CCG entiende la responsabilidad y obligación del artista de ser consciente de dos posibilidades de suceso durante su acto performativo:

  • Dar a ver la carne del sujeto que trasciende del acto.
  • Dar a ver el cuerpo del sujeto-objeto , víctima del acto.

Es importante darse cuenta de cuál de las dos posibilidades fomenta el artista con su acto.

Darse cuenta de su actitud ante el acto. Ser consciente de la trampa intrínseca que conlleva el acto.

Un posicionamiento u otro hará del acto un producto más o menos tóxico.

Nuestro Departamento intenta hacer entender al sector, la importancia del conocimiento y práctica de los Elementos Fundadores Básicos del Movimiento en la formación y desarrollo de la carrera de los artistas vinculados al movimiento.

Conocimiento y práctica para acercar al artista a la conciencia profunda del posicionamiento afectivo ante lo que hace.

Nuestro Departamento pretende participar a un acercamiento mayor del artista entre su práctica en el acto performativo y su discurso sobre éste.